La incidencia de cáncer de mama ha disminuido desde 2000, pero esta enfermedad mortal todavía mata a unas 40.000 mujeres en los Estados Unidos cada año. El diagnóstico precoz es uno de los factores clave para reducir las muertes por cáncer de mama, al igual que la mejora del tratamiento médico y quirúrgico. Sin embargo, 1 de cada 8 mujeres estadounidenses aún desarrollará cáncer de mama, lo que resultará en casi 250.000 casos nuevos cada año.
¿Cómo detectar el cáncer de mama?
El cáncer de mama se vuelve más probable a medida que la mujer envejece y la mayoría de los casos ocurren en mujeres mayores de 40 años. Los antecedentes familiares de cáncer de mama son un factor de riesgo importante, lo que significa que una mujer que tiene un pariente de primer grado (madre o hermana) con cáncer de mama tiene más probabilidades de desarrollar la afección. Sin embargo, hasta el 85% de los casos de cáncer de mama ocurren en mujeres sin antecedentes familiares de este cáncer.
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Por lo tanto, se recomienda que las mujeres se sometan a pruebas de detección de cáncer de mama de forma rutinaria a partir de los 40 años. La frecuencia de esta detección con mamografías depende del perfil de riesgo individual, así como de la edad. Sin embargo, el autoexamen de la mama con regularidad también es eficaz para detectar el cáncer de mama relativamente temprano. Este autoexamen debe realizarse al menos una vez al mes y seguir con un examen ginecólogo una vez al año.
Para las mujeres mayores de 40 años, un autoexamen de la mama no debe usarse como un medio para reemplazar una mamografía. Ambas investigaciones son importantes. Recuerde que los signos y síntomas del cáncer de mama que se describen a continuación pueden ocurrir de forma aislada o varios signos pueden ocurrir simultáneamente. La presentación puede variar entre individuos, y algunos signos no están presentes en todas las mujeres con cáncer de mama.
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Bulto en el pecho
Este es el signo más común de cáncer de mama y se puede descubrir durante un autoexamen o con una mamografía. No todos los bultos son cáncer de mama. Algunos bultos pueden aparecer y desaparecer durante el ciclo menstrual, ya que las hormonas provocan cambios en el tejido mamario. Este tipo de bultos ‘fluctuantes’ no son anormales, pero un ginecólogo debe investigarlos si hay alguna duda.
Con el cáncer de mama, el bulto se resuelve en absoluto y ni siquiera se reduce de tamaño. Con el tiempo, puede aumentar de tamaño. El bulto del cáncer de mama también es duro y está fijado a la piel o la pared torácica. También suele ser de forma irregular y sensible pero no doloroso en las primeras etapas. Recuerde que incluso un bulto doloroso puede no ser cáncer. Siempre haga que un profesional médico revise un bulto en el seno antes de asumir que es cáncer de seno.
Bultos en la axila
Los bultos pequeños y duros en la axila o las axilas son otro signo de cáncer de mama. Estos bultos son ganglios linfáticos agrandados y es una señal de que el cáncer se ha diseminado desde el tejido mamario a los ganglios linfáticos. La axila (axilas) es un grupo importante de ganglios linfáticos que drena la linfa del seno. Las células cancerosas también pueden viajar a través de estos vasos.
Los ganglios linfáticos pueden agrandarse por varias otras razones, como infecciones y enfermedades autoinmunes. Sin embargo, cuando hay cáncer de mama y las axilas (ganglios linfáticos axilares) son duras y grandes, se debe investigar la posibilidad de propagación del cáncer.
Cambios en el tamaño, la forma y la piel de los senos
Contrariamente a la creencia popular, los dos senos no son iguales en tamaño y forma. Sin embargo, esta variación es menor y generalmente no se nota. Un cambio en el tamaño y la forma de los senos, particularmente en un lado, puede ser un signo de cáncer de mama. Puede haber un agrandamiento desigual de la mama y la forma puede deformarse en diversos grados debido a una masa dentro de la mama. Sin embargo, el cáncer de mama no es la única causa de estos cambios.
La otra alteración que se puede observar con el cáncer de mama es un cambio en la piel suprayacente de la mama. Los signos de inflamación de la piel, que incluyen enrojecimiento, hinchazón, calor y sensibilidad, a veces se pueden observar con el cáncer de mama inflamatorio, pero también pueden ocurrir con otras causas, como una infección. En el cáncer de mama puede haber arrugas o hoyuelos en la piel que, junto con el engrosamiento, se conocen como piel de naranja (piel de naranja). También puede haber picazón.
Cambios en los pezones
Los cambios en los pezones son otro signo de cáncer de mama. Esto puede variar desde cambios en la apariencia del pezón hasta secreciones anormales. El cáncer de mama puede provocar la inversión de los pezones. Aquí es donde el pezón apunta hacia adentro en lugar de hacia afuera. Los pezones invertidos pueden ocurrir naturalmente en algunas mujeres y esto no es anormal. Sin embargo, cuando hay una retracción repentina de los pezones, el cáncer de mama es una posible causa.
La secreción de los pezones puede variar de un líquido transparente a un blanco lechoso, incluso cuando este último no se debe a la producción de leche materna relacionada con el embarazo y el parto. Por lo general, el líquido se secreta cuando se estimula físicamente la mama. Sin embargo, en el cáncer de mama puede haber secreción espontánea del pezón, lo que significa que la secreción se expulsa por sí sola. El signo de sangre en la secreción siempre es motivo de preocupación y puede deberse al cáncer de mama.
Otros signos
Hay varios otros signos y síntomas que pueden estar presentes con el cáncer de mama. Algunos son comunes a la mayoría de los tipos de cáncer, como pérdida de peso involuntaria, cambios en el apetito, náuseas y fatiga. A medida que el tumor se agranda o se disemina, pueden aparecer otros signos y síntomas, como líquido en los pulmones (edema pulmonar) con tos y dificultad para respirar, ictericia, dolores de cabeza y dolor de huesos.
Es importante señalar que la mayoría de estos otros signos y síntomas tienden a aparecer más tarde en el cáncer de mama. También puede deberse a otras afecciones además del cáncer de mama. Por lo tanto, es importante consultar con un profesional médico una vez que estos signos y síntomas se hagan evidentes. Además, la detección periódica del cáncer de mama es imprescindible para un diagnóstico temprano que puede mejorar en gran medida el pronóstico. Recuerde que el cáncer de mama puede ser mortal.