Pseudomonas aeruginosa o P. aeruginosa es uno de los organismos más comunes que causan infecciones en los seres humanos. Es el segundo organismo más común responsable de neumonía nosocomial en el 17% de los casos. Es el tercer organismo más común responsable de causar infecciones del tracto urinario en el 11% de los casos. Sin embargo, es importante mencionar que la infección por pseudomonas aeruginosa no afecta a personas sanas: es un patógeno oportunista y generalmente causa enfermedades en personas con un sistema inmunitario comprometido u otro trastorno subyacente.
¿Quién contrae infecciones por Pseudomonas aeruginosa?
Pseudomonas aeruginosa y otras bacterias pseudomonas están presentes en todo el mundo en el agua y el suelo. Prospera en áreas húmedas, como inodoros, lavamanos, jacuzzis y piscinas con cloro inadecuado. También pueden vivir en el área genital de personas sanas.
Una infección por pseudomonas aeruginosa puede ser leve o convertirse en un trastorno potencialmente mortal. Las infecciones generalmente ocurren en personas que tienen diabetes, están debilitadas por trastornos severos, son hospitalizadas o tienen otro trastorno que debilita el sistema inmunológico, como el VIH. Usted puede terminar desarrollando una infección si toma medicamentos que suprimirían su sistema inmunológico.
P. aeruginosa puede infectar la piel, la sangre, los ojos, los oídos, los huesos, las válvulas cardíacas, el tracto urinario y los pulmones. También puede infectar heridas, como lesiones, quemaduras o heridas causadas por una cirugía. Algunas personas se infectan cuando usan dispositivos médicos, como catéteres que se insertan en una vena o la vejiga. Usar otros dispositivos médicos, como ventiladores mecánicos y tubos de respiración, también puede aumentar su riesgo.
Síntomas de la infección por Pseudomonas aeruginosa
Como ya se mencionó, el organismo puede infectar la sangre, la piel, los pulmones, los ojos, las válvulas cardíacas y los oídos, por lo que los síntomas pueden variar según el lugar de la infección. Por ejemplo:
- Sangre: puede desarrollar una infección bacteriana de la sangre llamada bacteriemia que puede causar síntomas como escalofríos, fiebre, dolores musculares y articulares y fatiga severa.
- Pulmones: cuando causa la infección de los pulmones (neumonía), produce síntomas como fiebre, escalofríos, dificultad para respirar y tos productiva.
- Piel: una infección de la piel causada por pseudomonas aeruginosa se llama foliculitis que produce síntomas como úlceras sangrantes, erupción cutánea con picor y dolor de cabeza intenso.
- Oído: P. aeruginosa también puede causar una infección del conducto auditivo externo. También causa una infección de oído profunda llamada otitis externa maligna en personas con diabetes y produce síntomas como dolor de oído, hinchazón, secreción del oído, picazón dentro del oído y dificultad para escuchar. La inflamación de los tejidos alrededor de la oreja y el daño nervioso también pueden ser el resultado de una infección de la oreja por pseudomonas aeruginosa.
- Ojo: si infecta sus ojos, es más probable que tenga que lidiar con síntomas como pus, inflamación, hinchazón, problemas de visión y enrojecimiento.
- Infecciones de tejidos blandos: estas infecciones incluyen las de los tendones, músculos, grasa, ligamentos y piel. La infección suele producirse en heridas punzantes profundas en los pies. El organismo también puede infectar quemaduras, úlceras por presión y heridas debidas a una cirugía o lesiones. P. aeruginosa crece en aderezos sucios y cambia su color a verde.
- Huesos y uniones: estas infecciones generalmente ocurren en el hueso púbico, la columna vertebral y la articulación entre el esternón y la clavícula. Las bacterias viajan a los huesos a través del torrente sanguíneo. Las personas que usan drogas intravenosas ilegales tienen un mayor riesgo de desarrollar estas infecciones.
- Válvula cardíaca: aunque estas infecciones son poco frecuentes, las personas que usan drogas intravenosas o que ya tienen válvulas cardíacas artificiales pueden desarrollar una infección por P. aeruginosa.
Tratamientos de Infección por Pseudomonas Aeruginosa
Una vez que desarrolle una infección por P. aeruginosa, su médico le administrará antibióticos para eliminar la infección. No es fácil encontrar el antibiótico más efectivo en este caso porque estas bacterias suelen ser bastante resistentes a la mayoría de los medicamentos. Para determinar el tratamiento con antibióticos más adecuado, su médico puede ordenar un análisis de sangre para asegurarse de que el antibiótico será más efectivo.
En la mayoría de los casos, su médico le administra algunos tipos específicos de antibióticos, como ciprofloxacina, ceftazidima, cefepima, aminoglucósidos, ticarcilina, carbapenems, aztreonam y ureidopenicilinas. Cuando los antibióticos no funcionan, es posible que deba someterse a una cirugía para extirpar el tejido infectado.
Advertencia
- Los antibióticos ayudan a eliminar las infecciones, pero no son efectivos contra las infecciones virales. El uso excesivo de antibióticos, especialmente cuando no son necesarios, dañará su sistema inmunológico y lo hará vulnerable a las infecciones.
- Tome los antibióticos según lo prescrito. Siga las pautas de dosificación. Nunca use antibióticos recetados para otra persona.
Prevención de infecciones por Pseudomonas aeruginosa
Como ya se mencionó, P. aeruginosa es un organismo resistente a los antibióticos, por lo que es mejor tomar medidas para evitar la infección en primer lugar. Tomar los siguientes pasos ayudará a prevenir la infección por pseudomonas aeruginosa.
Practica la buena higiene
- Lávese las manos con frecuencia para evitar contraer la infección. Esta es también la forma más efectiva de evitar la propagación. Use un desinfectante para manos a base de alcohol o un jabón de buena calidad para lavarse las manos adecuadamente.
- Preste especial atención a mantener limpios los rasguños y cortes cubiertos con una venda limpia. No toque las vendas o heridas de otras personas.
- Evite compartir sus artículos personales como cuchillas o toallas con otros.
- Si es admitido en el hospital, es importante recordarle a su médico que se lave las manos adecuadamente antes de examinarlo. Siempre cubra sus heridas con vendajes secos si ya está infectado. Además, pídale a cualquiera que cambie sus vendajes que se laven las manos después de cambiarse. Además, debe usar un desinfectante para limpiar todas las superficies que toque para evitar la propagación de la infección.